Cualquiera que visite esta pequeña y tranquila comunidad pesquera de apenas 500 habitantes, notará de inmediato que no cuenta con una amplia infraestructura de servicios turísticos. Aún con eso, en el verano e invierno recibe un alud de viajeros provenientes de otros países y continentes (Estados Unidos, Australia, Italia, Hawai, etc). ¿La razón? En esas temporadas suelen soplar fuertes vientos del Noroeste que, al adentrarse a la bahía, producen un fenómeno que provoca la formación de una enorme ola, catalogada como una de las más largas del mundo. Se localiza a 202 kilómetros al norte de Ciudad Constitución. El ingreso es por la Carretera Transpeninsular Ciudad Insurgentes-La Purísima, recorriendo 157 kilómetros hasta llegar a un entronque donde se inicia una brecha de 45 kilómetros. Por si fuera poco, la zona ofrece maravillosos paisajes que invitan al descanso y a otro tipo de aventuras, como la de encontrarse con lobos marinos en la Punta de Santo Domingo, cercana a la población. Y como en todos los rincones de la península, así sea el restaurante más lujoso o el local más modesto, los platillos que aquí se preparan a base de mariscos como la langosta o el abulón, son una ricura.