En lo alto de la sierra de San Francisco, a unos pasos del poblado del mismo nombre, se encuentra la pintura mural llamada “La Cueva del Ratón” donde se pueden apreciar figuras de hombres y animales con el característico colorido (rojo y negro) de todas las pinturas de la zona. Del conjunto de pinturas destaca la de un animal pintado en negro, con una antigüedad de más de siete mil años. En fechas recientes, la Unesco declaró la zona de San Francisco como Patrimonio de la Humanidad.