Cueva de San Julio 

La cueva de San Julio forma parte del conjunto pictórico del cañón de Santa Teresa, y al igual que los otros sitios de esta área las pinturas están constituidas por “ideogramas”, es decir representaciones simbólicas que tuvieron su correspondencia fonética en idiomas hasta hoy desconocidos por nosotros, pero cuya aproximación en el tiempo histórico correspondería a las lenguas cochimí, guaycura y pericú, pues fueron éstas las registradas por diferentes observadores llegados a la península desde 1535 y hasta el siglo XVIII. Las pinturas rupestres de la cueva de San Julio son de las mejores conservadas en virtud del cobijo natural que tienen. También son de las más conocidas ya que este sitio ha sido reproducido a escala natural en el Museo de las Californias del Centro Cultural Tijuana, de la ciudad de Tijuana, Baja California. 

PINTURAS Y PATRIMONIO 
Con la reproducción de algunos fragmentos de sitios monumentales del arte rupestre en varios museos del país, el gobierno mexicano cumple con la obligación de aproximar este patrimonio a quienes difícilmente pueden acceder a él, ya que muchos de los sitios como este de la cueva de La Soledad se encuentran en uno de los lugares más inaccesibles y lejanos de la sierra de San Francisco. Cuando hablamos del “patrimonio” referido a las pinturas rupestres y a los petrograbados de la península, este puede ser calificado de diferentes maneras: arqueológico, histórico, artístico, etc. Como estos acervos son patrimoniales, es decir que pertenecen a todos los mexicanos, es obligación de las instituciones el investigarlos, conservarlos y difundirlos para hacer posible su permanencia y disfrute para todos nosotros y también para los visitantes de otras culturas.

SAN JULIO CAVE

The cave of San Julio is part of the pictorial ensemble of the canyon of Santa Teresa, and like the other sites in this area the paintings are constituted by “ideograms”, that is to say symbolic representations that had their phonetic correspondence in languages ​​hitherto unknown by We, but whose approximation in historical time would correspond to the Cochimí, Guaycura and Pericú languages, since these were those registered by different observers arriving at the peninsula from 1535 until the 18th century. The cave paintings of the cave of San Julio are the best preserved by virtue of the natural shelter they have. They are also the best known since this site has been reproduced on a natural scale in the Museum of the Californias of the Tijuana Cultural Center, in the city of Tijuana, Baja California.

PAINTINGS AND HERITAGE

With the reproduction of some fragments of monumental sites of rock art in several museums of the country, the Mexican government fulfills the obligation to bring this heritage closer to those who can hardly access it, since many of the sites like this one in the cave of La Soledad is located in one of the most inaccessible and distant places of the San Francisco mountain range. When we talk about the “heritage” referred to the cave paintings and the petrogravines of the peninsula, it can be described in different ways: archeological, historical, artistic, etc. As these collections are patrimonial, that is, they belong to all Mexicans, it is the obligation of the institutions to investigate, conserve and disseminate them to make their permanence and enjoyment possible for all of us and also for visitors from other cultures.  

Link Audio libro: Pinturas Rupestres Misiones y Oasis de la Baja California https://bit.ly/32CfTlw